lunes, 5 de noviembre de 2012

Halloween con Evil Dead, Rachel Arieff, los Winchester y La Marca del este


Pues hoy, día de la rebelión de la pólvora y V de vendetta, en lugar divagar sobre ello, me propongo hacerlo acerca de otra fecha célebre: este pasado Halloween.

¡Hop! Y así, hábilmente, unimos ambos temas mencionados

Que si, que es una fiesta Yanki, y que tal. Pero vaya, considerando que no me gustan ni Navidad, ni Semana Santa, ni el 12 de Octubre, ni San Valentín, pues dejadme que haya una festividad que me haga ilusión, leñe. Además, en esta te puedes vestir de monstruo o superhéroe, así que… ¿qué queréis?

Este año Halloween para mí no ha constado de una sola miserable noche, sino prácticamente de ¡¡toda una semana!! Ha tenido cuatro actos llenos de varias de mis más inconfesables pasiones: Los dos primeros actos relativos a marcianadas musicales y los dos siguientes a partidas de rol.

Empezó el Domingo 28, día en el que, merced a unas entradas conseguidas por mi señora, nos dirigimos ni mas sin menos que al preestreno del musical de Evil dead. Si, si, existe tal cosa. Os lo aseguro, he estado allí. Compartimos la velada con el anfitrión de El Picadero del Troll, quién nos había  dado a conocer tan bizarro evento y  fue un placer ser empapados en sangre artificial todos juntitos mientras escuchábamos las bellas canciones que relatan las aventuras de Ash Williams en la cabaña del profesor Knowby.
Vamos, que la recomiendo, pero sin fliparse. Aunque lo de la sangre sea un plus, yo me pensaría pagar el doble que el resto de butacas para estar en las primeras fila con el chubasquero. Eso sí, si conseguís alguna promoción, no lo dudéis. Luego quedas muy bien contándolo a los colegas.

Si, al ver la foto yo también pensé que Ash tenía 4 piernas...

 Unos días después, mi amada y yo (¿veis como para mí esta es una festividad de carácter familiar?) disfrutamos durante la misma noche de difuntos de una velada en el mensual antikaraoke de Madrid. Supongo que todos sabéis de lo que hablo: Un evento conducido por Rachel Arieff bizarro, no, bizarrísimo que se da en la Sala El Sol, donde los más pasados de rosca salen (salimos) a interpretar clásicos del rock. Aquí no se buscan cantantes, sino valientes, con lo que lo de hacer el ridículo es parte de la gracia  del asunto, lo cual anima mucho.

Para la ocasión, fuimos ataviados como los blackmetaleros Immortal e interpretamos “Total eclipse of the heart” de Bonnie Tyler. Si, terrorismo mental del bueno.

Tal vez, al vista del aspecto de los músicos, debíamos haber interpretado mejor una de Hannah Montana, ¿no os parece?

El Viernes día 2, acudí a una partida de rol multitudinaria (creo que llegamos a ser 12 jugando, algunos iban y venían a otros compromisos) que dirige uno de mis mejores amigos desde hace unos años tradicionalmente en estas fechas. Y así aprovechamos y nos vemos casi todos los amigotes, de nuevo rollo entrañable y familiar. ¿El Juego?: Sobrenatural. Si, si, el de la serie esa de dos hermanos guaperas cazando monstruos. No, de verdad: da más juego del que parece para pachangas divertidísimas. La partida, bien, la compañía y la cena, mucho mejor.

Y finalmente, ayer domingo retomamos tras meses de parón nuestra campaña a Aventuras en la Marca del este. Que ya era hora y había ganas, pero que había resultado imposible dados los compromisos de los que nos sentamos a la mesa. Como somos unos percebes, pero también unos visionarios, caímos en la cuenta de que resulta que casualmente estamos jugando la añeja partida con la que se está haciendo el playtest del D&D Next, La Fortaleza de la frontera. Con lo cual, tiene todavía más morbo saquear en modo Old School las famosas Cavernas del Caos. Mucho mejor hacerlo con un retroclon, ¿no creen, amigos?

Si, nosotros también pensamos, al igual que Wizards volver a lo básico y usar un módulo escrito por Gygax en nuestra nueva singladura rolera. Tenemos tanto rostro como ellos.

Y para terminar, esa misma noche, recibí una genial noticia: Si todo va bien y consigo manipularle lo suficiente, uno de los jugadores nos dirigirá en breve una campaña de horror victoriano usando el Masque of Red Death de Ravenloft. Cosa que muero de ganas por que pase. Ravenloft es una de las asignaturas pendientes en mi curriculum rolero (el mazmorreo también lo era y estoy consiguiendo desquitarme) y la ambientación decimonónica me pirra.

Y nada más. Halloween pasó, los espíritus volvieron a sus tumbas y ya solo queda esperar que la del año que viene sea para mí tan autentica como la de este. De las pocas fechas buenas (que las ha habido, tampoco lo puedo negar) a recordar de este maldito 2012, oiga.

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