jueves, 8 de noviembre de 2012

Cumple(muchos)años del escritor de Dracula.


Descubro gracias  a un precioso Doodle de Google que hoy es el 165 del aniversario del nacimiento de Bram Stoker. Cómo este blog debe su nombre  a un capitulo (mi favorito) de su mas famosa novela, he pensado que estaría feo no decir nada al respecto como celebración, sobre todo dado que últimamente he estado hablando de fechas célebres (el 5 de Noviembre, Halloween…).

¿ Reconocéis a todos los personajes? 

Y es que me he mostrado vago a la hora de hablar de Vampiros, algo paradójico considerando que es la temática (junto a los superhéroes) que más me gusta.

De muy pequeño me aterrorizaron el Baron Sangre de Marvel, el Conde Dracula y hasta otros chupasangres más ridículos como los que encontrábamos en El Baile de los vampiros de Roman Polanski.

Quiero decir, el Hombre Lobo o el monstruo de Frankenstein no me daban miedo, sino que más bien me molaban. Sabía que no eran malvados, sino incomprendidos o víctimas de una maldición. Como si eso te fuese a ayudar si te los encontrases en un páramo sombrío y neblinoso.

A pesar de su pedestre apariencia a mi este tipo me aterrorizaba. Si ¿que pasa? A los seis años hasta un Nosferatu aparecido en Rompetechos te da miedo (verídico).


¿Pero los Vampiros? Tío, estos eran malos y crueles de verdad allí donde te los encontrases. Y te hacían sangre, terror infantil como pocos. Así que poblaron las pesadillas de mi niñez hasta que te aproximas a la adolescencia, se te pasa el miedo y como uno es así , descubre que temiéndolos ha aprendido mucho de ellos y decide que también le gustan. Y mucho.

Y como vivimos malos tiempos para el género Vampírico que popularizó Stoker (en realidad siempre el noventa por ciento ha sido basura), como homenaje a él os voy a recomendar la última película que me ha gustado de esta temática.



Stakeland (Jim Mickle, 2010) tiene todas la papeletas para que no me guste: Serie B, vampiros que son más bien Zombies-infectados como los de la peli de Soy leyenda de Will Smith, Survival Horror en un mundo post apocalíptico y la historia de un cazador de vampiros chunguísimo. Vamos, una colección de mis fobias y hastíos hoy por hoy.

Y sin embargo, no sé si fueron las bajísimas expectativas que tenía y que me resultó una grata sorpresa, pero me encantó. Hay acción, si, pero no es una peli de acción, sino más bien de atmosferas. La música, la sensación de pérdida pesan más que la caza y huida de chupópteros durante el filme. Pero curiosamente, sin ser pretenciosa ni pedante (cosa que, por otro lado a mi me encanta en las pelis de Vampiros, he de reconocer), sino asumiendo su identidad de entretenimiento barato.

En fin, que  a mí me ha gustado y mucho, así que ahí dejo constancia de ello. No es que vaya a pasar a la historia como el Dracula de Bram Stoker, pero en una época en la que parece que el arquetipo de Vampiro que se va a heredar es el representado por Crepúsculo, Vampire diaries etc, pues sale muy bien parada para lo desconocida que es.

En serio, dadle una oportunidad. A mí me la recomendó un amigo y no me arrepiento. Yo por mi parte prometo hacer mas entradas sobre Chupasangres, que me he dado cuenta de que hay muchas tonterías que me apetece escribir sobre ellos.

Si, se que a estas alturas este chiste ya está muy visto, pero no he podido evitar ponerlo.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Halloween con Evil Dead, Rachel Arieff, los Winchester y La Marca del este


Pues hoy, día de la rebelión de la pólvora y V de vendetta, en lugar divagar sobre ello, me propongo hacerlo acerca de otra fecha célebre: este pasado Halloween.

¡Hop! Y así, hábilmente, unimos ambos temas mencionados

Que si, que es una fiesta Yanki, y que tal. Pero vaya, considerando que no me gustan ni Navidad, ni Semana Santa, ni el 12 de Octubre, ni San Valentín, pues dejadme que haya una festividad que me haga ilusión, leñe. Además, en esta te puedes vestir de monstruo o superhéroe, así que… ¿qué queréis?

Este año Halloween para mí no ha constado de una sola miserable noche, sino prácticamente de ¡¡toda una semana!! Ha tenido cuatro actos llenos de varias de mis más inconfesables pasiones: Los dos primeros actos relativos a marcianadas musicales y los dos siguientes a partidas de rol.

Empezó el Domingo 28, día en el que, merced a unas entradas conseguidas por mi señora, nos dirigimos ni mas sin menos que al preestreno del musical de Evil dead. Si, si, existe tal cosa. Os lo aseguro, he estado allí. Compartimos la velada con el anfitrión de El Picadero del Troll, quién nos había  dado a conocer tan bizarro evento y  fue un placer ser empapados en sangre artificial todos juntitos mientras escuchábamos las bellas canciones que relatan las aventuras de Ash Williams en la cabaña del profesor Knowby.
Vamos, que la recomiendo, pero sin fliparse. Aunque lo de la sangre sea un plus, yo me pensaría pagar el doble que el resto de butacas para estar en las primeras fila con el chubasquero. Eso sí, si conseguís alguna promoción, no lo dudéis. Luego quedas muy bien contándolo a los colegas.

Si, al ver la foto yo también pensé que Ash tenía 4 piernas...

 Unos días después, mi amada y yo (¿veis como para mí esta es una festividad de carácter familiar?) disfrutamos durante la misma noche de difuntos de una velada en el mensual antikaraoke de Madrid. Supongo que todos sabéis de lo que hablo: Un evento conducido por Rachel Arieff bizarro, no, bizarrísimo que se da en la Sala El Sol, donde los más pasados de rosca salen (salimos) a interpretar clásicos del rock. Aquí no se buscan cantantes, sino valientes, con lo que lo de hacer el ridículo es parte de la gracia  del asunto, lo cual anima mucho.

Para la ocasión, fuimos ataviados como los blackmetaleros Immortal e interpretamos “Total eclipse of the heart” de Bonnie Tyler. Si, terrorismo mental del bueno.

Tal vez, al vista del aspecto de los músicos, debíamos haber interpretado mejor una de Hannah Montana, ¿no os parece?

El Viernes día 2, acudí a una partida de rol multitudinaria (creo que llegamos a ser 12 jugando, algunos iban y venían a otros compromisos) que dirige uno de mis mejores amigos desde hace unos años tradicionalmente en estas fechas. Y así aprovechamos y nos vemos casi todos los amigotes, de nuevo rollo entrañable y familiar. ¿El Juego?: Sobrenatural. Si, si, el de la serie esa de dos hermanos guaperas cazando monstruos. No, de verdad: da más juego del que parece para pachangas divertidísimas. La partida, bien, la compañía y la cena, mucho mejor.

Y finalmente, ayer domingo retomamos tras meses de parón nuestra campaña a Aventuras en la Marca del este. Que ya era hora y había ganas, pero que había resultado imposible dados los compromisos de los que nos sentamos a la mesa. Como somos unos percebes, pero también unos visionarios, caímos en la cuenta de que resulta que casualmente estamos jugando la añeja partida con la que se está haciendo el playtest del D&D Next, La Fortaleza de la frontera. Con lo cual, tiene todavía más morbo saquear en modo Old School las famosas Cavernas del Caos. Mucho mejor hacerlo con un retroclon, ¿no creen, amigos?

Si, nosotros también pensamos, al igual que Wizards volver a lo básico y usar un módulo escrito por Gygax en nuestra nueva singladura rolera. Tenemos tanto rostro como ellos.

Y para terminar, esa misma noche, recibí una genial noticia: Si todo va bien y consigo manipularle lo suficiente, uno de los jugadores nos dirigirá en breve una campaña de horror victoriano usando el Masque of Red Death de Ravenloft. Cosa que muero de ganas por que pase. Ravenloft es una de las asignaturas pendientes en mi curriculum rolero (el mazmorreo también lo era y estoy consiguiendo desquitarme) y la ambientación decimonónica me pirra.

Y nada más. Halloween pasó, los espíritus volvieron a sus tumbas y ya solo queda esperar que la del año que viene sea para mí tan autentica como la de este. De las pocas fechas buenas (que las ha habido, tampoco lo puedo negar) a recordar de este maldito 2012, oiga.

martes, 30 de octubre de 2012

Disney y Star wars

Comunicado a todo aquel que me quiera preguntar mi opinión: Me abstengo de hacer comentarios sobre la compra de Disney de Lucasfilms y la franquicia de Star Wars...mas que nada porque ya se quedó con Marvel hace un par de años,así que no tengo autoridad moral de ningún tipo para hacer chascarrillo alguno.
Siempre pueden sacar esto a relucir, claro...

Pero me quedo con las ganas, ¿eh?...


Ah, a tomar por saco...

martes, 23 de octubre de 2012

Iron man 3

Pues habiéndome gustado mucho la primera parte, perdí el interés en la saga con la segunda. No os confundáis  me encantó la actuación de Stark en los Vengadores, pero pensé que ya no iba a interesarme el Iron man cinematográfico en solitario.

Además, parece que la tercera parte iba a acercarse mas a los comics de estos últimos años, los cuales no he seguido. He oído grandes cosas del tandem Fraction/Larroca, pero uno no puede comprarse todo lo que oye que es bueno. Vamos, ni todo, ni un veinte por ciento. Total, que aunque saliesen Iron patriot y el Mandarín, pues como que ilusión no me hacía la peli, me pasaba desapercibida.

Pero hoy cojo y por casualidad veo el trailer (que ya llevaba unos días en las páginas que suelo visitar y ni me había animado a echarle un vistazo) y me encuentro con esto:

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=dc1ynDpSVdE

Vamos, no sé a vosotros, pero la atmósfera que evoca a mi me ha encantado. A pesar de la pintaca que le han puesto al pobre Ben Kingsley. Entre esta y aquella de los mitos artúricos en la que salía disfrazado de Gandalf de carnaval, no gana para ridículos.

domingo, 14 de octubre de 2012

Three: diezmando no, cienmando a los 300 de Miller

He leído una noticia de la New York Comicon que me llama la atención (una rima siempre anima): Kieron Gillen, una de esas nuevas superestrellas a los guiones de Marvel va a lanzar Three, una obra gestada tras releerse el 300 de Frank Miller e indignarse. Sí sí, indignarse, con los tiempos que corren, es la palabra clave.


El enfoque parece interesante: nos cuenta las peripecias de tres esclavos  Espartanos (Ilotas los llamaban), tres años después de la batalla de las Termopilas. Y pone en solfa, por tanto, que esos discursetes sobre que los Espartanos eran "los únicos hombres libres que el mundo ha conocido" de la afamada novela gráfica (y película dirigida por Zack Snyder) tenían su guasa.


Porque los Espartanos, no solo los malvadísimos Persas, trataban a sus esclavos tan mal como el resto de culturas de la época . O puede que incluso peor, que les cazaban una vez al año y les usaban de crash test dummies para entrenar y refinar sus habilidades guerreras en un festival llamado la krypteia. Todo eso además de tener la típica y alegre vida de un esclavo. Ya sabéis, trabajo duro, poco agradecido y mal remunerado. Aunque también es cierto que gozaban de algunos privilegios inauditos para aquellos tiempos, como casarse, quedarse con parte de lo que cultivaban, además de ser propiedad del estado y por tanto no poderse comerciar con ellos. Vamos, una bicoca. A este paso es en lo que desembocará en unos años el funcionariado.
Leónidas y Jerjes: poniendo en común tendencias culturales.

En fin, no me pilla por sorpresa (ni creo que pille a nadie en realidad), que era una sociedad esclavista. Pero me alegro de que se divulguen estas cositas. Porque entre nuestro colectivo, a menudo nos flipamos con culturas de este tipo (por ejemplo también con la Japonesa. O la medieval europea.) que tanto nos molan y las mitificamos en exceso y perdemos la perspectiva. Y olvidamos, minimizamos o peor aún, perdonamos estas cosas, porque joder...molaban mucho con sus espadas, sus frases cortantes y lo machos que eran ¿no?

Y no se trata de juzgar de forma soberbia a otras culturas desde una perspectiva actual, mirándonos el ombligo sin tener en cuenta sus condicionantes y obviando nuestras propias miserias, de verdad que no. Sino de poner los puntos sobre las íes, que a veces oyes cosas de escándalo de amigos que mezclan churras con merinas y se dejan llevar por la fascinación que estos temas ejercen sobre nosotros...

En fin, que espero que sea un buen tebeo y tenga repercusión, aunque dudo que lo sea y la tenga. Por lo menos tanto o más que 300. Porque el talento de Miller, sobre todo entonces (lleva años sin valer un pimiento, pero cuando visitó las Termopilas todavía era grande) y al lado de Gillen (sin menospreciar a este; simplemente son de otra liga), es patente. Al igual que su status de autor estrella, con respecto al tema de la repercusión.

Pero lo cierto es que cada vez que le releo mas me repugna su discurso. Cosas que no quería ver que estaban allí  en su día adquieren demasiado relieve y las mil disculpas que yo le daba ante gente que me las señalaba, pierden sentido. Y efectivamente, como me decían y yo negaba recordando pasajes de Give me liberty o Born Again, te das cuenta de que Holy Terror no fue su primera obra de propaganda criptofascista sobre las bondades de los muchachotes del ejercito USA.

¡Anda! Los molones y machísimos guardianes de la libertad occidentales le dan una paliza a los malvados, fanáticos, sádicos y esclavistas de oriente medio ¿Donde he leído esto yo antes?


jueves, 14 de junio de 2012

Crisis y retornos


Llevo meses sin escribir una entrada y eso no ha sido porque sí. Me he dejado llevar por la tendencia general y así, yo también he estado de crisis.

Crisis es una palabra que mola, porque su plural es igual que el singular. Así que en el siguiente párrafo se podrá apreciar mi perspicaz juego literario, dado que seguro que hace dos frases, el lector ha pensado que solo he tenido UNA crisis y ahora me pondré a explicar que he tenido VARIAS crisis. Joe, soy guay, ¿eh?

De varias de ellas no voy a hablar, que no son de interés en este blog, pero un par de las otras sí que merecen mención, dado que han afectado directamente a la Bitácora del Demeter.

La primera ha sido en relación con el título del Blog. Veréis, me di cuenta de que prácticamente solo he escrito sobre temas que tiene que ver con los comics y juegos de rol de Superheroes. Y la tendencia solo tenía pinta de seguir así, ya que es una afición duradera la que tengo por el género. Así que me planteé especializarme tan solo en esos temas, alentado además por el éxito de la peli de Los Vengadores.
Pero claro, si hablas de superhéroes, no tiene mucho sentido que sea desde una plataforma cuyo nombre hace referencia a Drácula ¿verdad? Es como si escribiese, no sé, de futbol en un blog llamado Las recetas de Samsagaz Gamyi, ¿no creéis?

Mmm...un blog de cocina y la Tierra media...pues es para plantearselo

Así que mientras le daba vueltas infructuosamente al nuevo nombre, incapaz de encontrar el perfecto (y llegaba a conclusiones tan bizarras como la bitácora del pájaro negro, la caja negra del Quinjet o la caja negra de Archie) quedé bloqueado absurdamente por ello. Y como resultado, pues no escribí nada durante esa obcecación. Y entonces sucedió algo que me hizo ver la luz.

El Archie al que me refiero es a este, claro ¿Que pensabais?

Ese algo fue que Velasco cambió el nombre de su blog Tranquilos…seguro que son minions.  Cuando leí sus razones para tal cambio, pues no sé, no me parecieron suficientes para dar tal paso, le tenía cariño al nombre y me parece una pena. Continúo siguiéndole en Petrificación o Polimorfía ¡ENLACE!, como ahora se llama y, eso sí, su contenido es igual de bueno.

Pero la cuestión me hizo plantearme que si su decisión (por otro lado totalmente respetable, estaría bueno) me pareció algo desconcertante, pues a lo mejor yo debía plantearme la mía, que, básicamente, era la misma aunque por distintos motivos ¿no?

Especialmente cuando tal decisión se me había atravesado y me estaba impidiendo hacer lo principal, escribir.
Si, el blog de Velasco obviamente me ha inspirado e inspira

Así que mi conclusión es que el blog se va a seguir llamando igual y que voy a escribir de lo que me salga del mismísimo. Que ahora son tipos en spandex, pero a lo mejor el mes que viene son Vampiros, Summer Glau, el Juego de Tronos, Saramago o la biografía de los componentes de Locomía. Y seguiría teniendo un nombre poco adecuado.  Porque lo importante es que continúe escribiendo y colgando cosas. ¿Que no es el nombre mas perfecto? Total, esto no lo lee ni Christopher…

La segunda crisis tiene que ver con los concursos de una página web que suelo visitar: no he ganado ni uno. Es más, he decidido no participar en ninguno mas, tal es el grado de dolorosa pérdida de autoestima que me ha provocado el asunto. Aunque tal vez sea eso que llaman mal perder.

 Total, que en vez de rendirme totalmente, he tomado la ridícula decisión de capitalizar el tiempo invertido en esos concursos y plasmar aquí alguno de los artículos que a mí me han parecido mas resultones. Repito: son perdedores de concursos, no nos llamemos a engaño. Pero volveré a aplicar la máxima “ Total, esto no lo lee ni Christopher”.

Así que ahí va el primero, un nostálgico escrito que podría ser el preámbulo de voz en off de un episodio de “Cuéntame”. Pero en friki, si es que tal cosa es posible. Trata sobre el primer comic Forum que me leí.

Sí,es posible: The Alcantara of two worlds

En 1983 yo entraba en la tienda de prensa de una estación de tren. Debía tener 8 o 9 años y me dirigí al montón de los tebeos (si, así los llamábamos entonces), pensando en encontrar algún número del Capitán Trueno o Los Pitufos. Las colecciones de superhéroes de Vértice y Bruguera que tanto me fascinaban habían dejado de llegar a los kioskos y me había resignado a que solo volvería a leer sus páginas en los números que encontrase de segunda mano en el rastro.

Y entonces lo vi.

Quien aparecía en la cubierta de ese ejemplar era Dan Defensor (yo le conocía por una aparición en el Peter Parker: Spiderman de Vertice), pero era muy extraño.

Su nombre era distinto, estaba en inglés. Y esa portada…parecía muy seria, muy sangrienta, sosteniendo a un boxeador con un tiro en el pecho. Lo sostuve en mis manos con una mezcla de esperanza e incredulidad… ¿sería una parodia adulta del Víbora o alguna revista del estilo que al dueño de la tienda se le hubiese colado entre los tebeos para niños?



Aprovechando que mi padre (que, por supuesto, me acompañaba para asesorar qué me podía comprar y que no) estaba despistado, lo abrí, arriesgándome a encontrar vísceras, tetas, culos y comentarios políticos.

No… efectivamente era el Dan Defensor que conocía. De hecho, en la primera historia se enfrentaba con La Masa. Y en la segunda se contaba su origen, desde la cama del hospital en la que acababa tras el enfrentamiento con el Goliat verde.

En cuanto Urich le presiona un poco, el cuernecitos se pone a cantar...

Y más aún, en la última página  se anunciaba que se publicaría la colección de los Vengadores. Ese anuncio en blanco y negro además decía que El Hombre de Hierro (mi personaje favorito, aunque allí lo llamaban Iron man) era el líder del supergrupo. Mi emoción no conoció límites: Comics Forum (así se llamaba la editorial, leí) volvía traer  a los personajes de Marvel al kiosko y aquello pintaba como la mejor edición que jamás había visto. Y algo distinto se atisbaba en las historias, algo un poco más serio y excitante.

Esta imagen, con los textos cambiados, era la que anunciaba la serie de Los Vengadores. Que pie de foto mas serio¿no?

No necesité más: ese era el tebeo que quería comprar para leer durante aquel viaje en tren. Mi padre, claro, al verlo, se mostró un poco escéptico: había mucha sangre (¡Chavales, La Masa pegaba a Dan Defensor y este sangraba!) y costaba casi cien pesetas. Pero supongo que la cara de ilusión infantil genuina que debía tener yo le hizo imposible negármelo.
Ay, manolete. Si nosabes torear ¿pa' que te metes?

Y así, durante un trayecto en el que me dio tiempo a releerme varias veces aquel Daredevil de Frank Miller y el artículo le hacía de introducción (algo nunca visto en aquel entonces), se consolidó en mí esta afición que me ha acompañado a lo largo de todo este tiempo y que tantas alegrías y disgustos me ha dado. Como solo hacen las cosas importantes de la vida. Tal vez sea, además y mirando en retrospectiva, la única constante en la mía a lo largo de los años, tras cientos de cambios.  Y tal vez, muy posiblemente, me acompañe hasta la tumba.

Todo, por un tebeo en un montón de una librería de una estación de tren que costaba 95 pesetas. No está mal ¿verdad?

¿Cuáles fueron los vuestros?

Tras este lacrimógeno ejercicio de remember ya solo me queda despedirme y aseguraros que la siguiente entrada tardará menos en verse publicada. Palabrita del niño Jesus.

martes, 20 de marzo de 2012

Carrusel blogero: mundos paralelos y rol


Me uno de nuevo a esta estupenda iniciativa, esta vez para comentar el tema propuesto por el anfitrión de este mes, El fénix Oscuro ¡ENLACE!.

Los universos paralelos siempre han sido uno de los recursos que más me han fascinado en mi vida como lector de comics.

Para el que lo desconozca, muy brevemente decir que  se trata de un grupo infinito de dimensiones idénticas  a la nuestra, excepto por un pequeño detalle que puede tener consecuencias mayores o menores. De ese modo si en nuestro universo Hitler perdió la segunda guerra mundial, puede haber otro en que  la ganó, u otro en el que Diana de Gales no murió en un accidente de tráfico.

Las posibilidades son infinitas, puede haber desde la diferencia más sutil a la más evidente. Lo más habitual es usarlo para contar historias en las que aparezcan versiones distintas de personajes conocidos de ficción. Como cuando en Star Trek se encuentran con sus contrapartidas malignas de otro universo. Algo que abre el camino a ideas muy interesantes para contar historias.

Yo me encontré este concepto por primera vez de niño en un tebeo de Bruguera con historias de varios superhéroes de DC. En él, Ray Palmer, el Átomo, perdía sus poderes para reducir su tamaño al de un liliputienese, pero a cambio obtenía superfuerza.


Si, el título es engañoso, dentro había dos historias del Átomo y una de Flecha verde. 
Se nos explicaba (bueno, lo hacía un tipo gordito de barba que decía ser un guardián del equilibrio universal; Algo así como el Uatu de Marvel, me parecía a mí, pero nunca más volví a leer sobre él), que existía un mundo casi idéntico al nuestro llamado Tierra dos y que allí había réplicas de muchos superhéroes, aunque con variaciones en sus poderes, disfraces e identidades. Y que para que toda la existencia estuviese en armonía (o sea, para que hubiese historia que contar), durante ese episodio se intercambiarían los poderes de los dos héroes llamados Átomo de cada mundo.

No es que me quedase con mucho interés de saber cuál era la aventura que Al Pratt corría pudiendo encogerse, pero he de reconocer que esa ilustración con varios supertipos repetidos con leves diferencias (bueno, o no tan leves: Linterna verde no parecía tener ninguna razón para llamarse así con ese jersey rojo y esa capa violeta), me atrapó.

Después descubrí la serie Super Stars de Vértice en la que se publicaban las aventuras de esa JSA de tierra 2, los comics de Infinity Inc de Zinco, la Crisis en tierras infinitas, al Escuadrón Supremo en los Vengadores, el periplo de Excalibur por Dimensiones Alternativas  y la serie What if? . Y me volví un apasionado de ese subgénero del comic de superheroes  en el transcurso.

Superheroes de dos tierras paralelas: los de una , los de otra y en medio los repetidos

Digo de comic de Superheroes porque durante mucho tiempo pensé que era algo propio y único en este ámbito. Pasó tiempo hasta que oí hablar del Multiverso de Moorcock o de la novela Patria de Robert Harris (que yo conocí gracias a la película de Rutger Hauer) y de que fuese consciente de que era algo relativamente común en la ciencia ficción, como podría serlo el viaje en el tiempo.

Total, que es un juguete que me hace mucha gracia, y disfruto un montón al ver su uso en Fringe, la nueva Star Trek, el Universo Ultimate, la obra de Warren Ellis y un larguísimo etc.

Ahora bien ¿Cómo usar este recurso en juegos de rol? Bueno, ya hay múltiples y muy brillantes entradas en este carrusel blogero que hablan de ideas para viajes de nuestros PJ a mundos así, o recuentos de ambientaciones que son, en esencia, mundos paralelos.

Mi entrada irá más por otros derroteros: sobre la necesidad casi obligatoria de usarlo cuando jugamos en algún entorno con ambientación licenciada. La necesidad de jugar en un mundo paralelo al oficial.

Cuando nos planteamos jugar y dirigir en universos que no han sido creados expresamente para el Rol (Star Wars, El Señor de los Anillos, James Bond, Juego de Tronos, Supernatural…) frente a otros que si lo han sido ( Dungeons & Dragons, Cyberpunk, Traveller…) nos encontramos con una espada doble filo: Por un lado nos hemos visto atraídos a esos entornos de campaña por unos libros o películas (o lo que sea) que nos han gustado y estamos ansiosos por jugar en ellos.

Pero por otro, la historia importante ya ha sido contada, y tiene una cronología muy precisa, lo cual puede dejar poco espacio de actuación para hacer cosas en las partidas.

Hay dos escuelas de pensamiento respecto a  cómo afrontar esto. En una, el Director planteará aventuras lejos en el tiempo o el espacio de los grandes hechos de lo narrado en la historia oficial, normalmente de pequeño calado, para que no interfiera en el desarrollo de la cronología original.

Esta opción, es a mi entender, a menudo frustrante como experiencia de juego. Como director y como jugador. Si me hago un personaje para una  campaña a Star Wars ¿Por qué voy a hacerlo en un planeta que ni siquiera sale en las películas, con secundarios de los que nunca he oído hablar? Me sentiré estafado, para eso, juego a otra cosa. Y si estoy al otro lado de la pantalla, posiblemente acabe harto de los intentos de los jugadores de matar a seres odiosos como Luke Skywalker, Jar Jar Binks y Wickett el Ewok. O de zumbarse a Leia y que sean ellos quienes destruyan la Estrella de la Muerte.

¿No sería la galaxia un lugar mejor sin este  frustrado canibal  ?

 No solo será algo agotador, además para sortear estos problemas, estaré probablemente incurriendo en el error de sacarme cosas absurdas de la manga y evitar que se lleven a cabo buenas ideas por parte de los jugadores para conseguir sus propósitos. Que es lo que debería ser uno de los elementos propios y diferenciadores del Rol como medio narrativo. Y por tanto, en mi opinión, estaríamos abortando algo que debiéramos fomentar.

En  la otra escuela de pensamiento, establecemos que jugamos en un universo paralelo. Por tanto, la cronología y ambiente son iguales a los de la obra original hasta un determinado punto crucial. A partir de ahí, las acciones de los jugadores tendrán influencia en los acontecimientos que darán forma al mundo y las cosas transcurrirán de una forma distinta a la historia oficial.

De este modo, tal vez salvemos la vida Lord Eddard Stark y las subsiguientes partidas traten sobre cómo se desarrolla la guerra en Poniente con esta diferencia.  O quizás le manguemos un anillo a unos apestosos Hobbits y nos toque llevarlo a nosotros al Monte del Destino (y allí destruirlo o bien caer en las simpáticas propuestas laborales de Sauron).

Yo normalmente prefiero esta última opción. Jugamos realmente a lo que nos gusta, en la ambientación que nos atrajo, sin estafas, interacciones con los personajes que te cautivaron (o que odiaste) y puede plantear interesantes situaciones. Los jugadores se sienten realizados y al master se le activan los centros de imaginación del cerebro especulando sobre las consecuencias de los actos perpetrados durante la partida.

No obstante soy consciente de que estos razonamientos tienen sus peros, así que hay que andar con cierto cuidado.

Primero, los problemas de continuidad cerrada no se dan solo en juegos con licencia de un mundo literario. Ahí tenemos los Metaplot de Mundo de Tinieblas (en la que las crónicas parecen tratar solo de ser testigo de lo cool que son los personajes de los creadores del juego) y La leyenda de los cinco anillos (que se va escribiendo según los resultados de los torneos oficiales de cartas.  Lo cual no solo la ha enrevesado mucho, es que hay cosas que son directamente ridiculas), para demostrarlo. Manda huevos, que me tenga que aprender una complejísima  ambientación que me atrae solo por lo que me sugiere y que encima me constriña las partidas. Mi consejo aquí es simple,  tratarlos del mismo modo que si fuesen los juegos oficiales de Entrevista con el vampiro o The Path, y aplicar lo ya dicho sobre mundos paralelos. A análoga problemática, misma solución.

Segundo, hay ambientaciones en la que es más, digamos creíble, implementar mundos paralelos que en otras. En los juegos de Authority, Stormbringer, en el del Doctor Who o en el de Star Trek, es un artificio en consonancia con la obra original. Mientras que en la Tierra Media parecerá algo mas traído por los pelos, una sacada de la manga del narrador.

Si aquí no es lícito meter universos paralelos, que baje Warren Ellis y  lo vea.


Tercero, hay a quien le interesa, y mucho, jugar cuestiones secundarias acerca de mundos ficticios y descubrir y aprender de ese modo profundamente aspectos más desconocidos de estas ambientaciones. Y que le entusiasma ver como se imbrican sus historias en la continuidad oficial, encajando todo sin contradicciones, como si fuese el guion de Los Cronocrimenes.

Suele darse cuando se ha jugado mucho en un entorno o cuando se es muy fan de una ambientación. Así, conozco a quien le puede apetecer jugar llevando un bibliotecario Mon Calamari en el borde exterior en los tiempos de la vieja república de Star Wars y que sus descendientes sean los asistentes del almirante Ackbar. O a mí mismo, como flipado del Universo DC, me encantaría jugar siendo un miembro de Checkmate en el Universo DC de los años 80.

¿Quien quiere llevar a un tipo capaz de levantar montañas cuando tienes  a otro con un palo, una pistola, un cuchillo en el puño y una radio en el casco?


Para este estilo de juego, la adhesión al canon estricto es un bien irrenunciable, es parte del disfrute y cualquier otra cosa, sería, lógicamente, una pequeña estafa.

Porque, y esto se enlaza con el cuarto pero, también se puede argumentar que si cambiamos el mundo en el que estamos jugando ¿Cuál es la gracia? A eso habíamos venido, decíamos antes, hemos caído al final en uno de los males que queríamos evitar. Especialmente si lo cambiamos hasta dejarlo casi irreconocible.
Y claro, algo de razón hay, sobre todo teniendo en cuenta que aquí entran en juego los gustos. Pero en respuesta a ambas cuestiones, creo que se gana más de lo que se pierde si seguimos aplicando un mundo paralelo, aunque eso sí con un principio siempre en mente: La fidelidad al espíritu de la obra.

Esto, claro, es el coño de la Bernarda, dado que cada cual tendrá una visión de cual es este espíritu. Pero con mesura y sentido común podemos llegar a un compromiso (a fin y a cuentas es una actividad que realizamos con unos pocos amigos normalmente) que pueda ser satisfactorio para todos los involucrados en la mesa de juego. Que es de lo que se trata, después de todo.

Y si sabes que a fulanito no le va  molar que metas unos Ninjas que maten al profesor Armitage en el Cthulhu, pues no lo metas. Y si has hablado con tus compañeros de juego en alguna ocasión que Poniente se encuentra en un planeta del mismo universo que Muerte de la Luz y estáis de acuerdo, a lo mejor es interesante que aparezca una nave espacial cargada de kavalares a tiempo de evitar La Boda Roja. Por mucho que a mí me pueda parecer una aberración.

Por el contrario, siempre puedes emplazar la acción de tu partida en un mundo paralelo como “red de seguridad”. Y que las aventuras se circunscriban al canon de forma fiel. Pero de esa manera, si un día ocurre lo impensable y por lo que sea (y todos los que jugamos sabemos que lo impensable tiende a pasar. De hecho por eso nos gusta el Rol a algunos) se altera un aspecto fundamental de la ambientación, siempre queda este recurso. Que oye, parece más respetable que decir “despertáis y ha sido un sueño” o que te pillen haciendo trampas con las tiradas por enésima vez, por mucho que sea en aras de la coherencia con la obra.

Hay quien me ha dicho alguna vez que jugar en mundos paralelos es como leer fanfics. Pueden estar bien, pero no dejas de tener esa sensación de no estar leyendo un producto oficial, de no ser “de verdad”, de estar leyendo en el mejor de los casos una historia imaginaria.
Y yo, como el barbudo de Northampton, me pregunto ¿Acaso no lo son todas?